Película Tipos legales

A modo de gangsteriano crepuscular, este drama con vis cómica presenta a tres pistoleros jubilados marcándose un “por los viejos tiempos” contrarreloj. La excarcelación de uno de sus protagonistas marca el inicio de 24 horas cargadas de emociones. Tras pasar muchos años en la sombra, Val (Al Pacino) intuye que su mejor amigo, Doc (Christopher Walken), le espera con los brazos abiertos y un doloroso encargo de la mafia: liquidarle antes de las 10 a.m.

Tres grandes de la escena, Pacino, Walken y Arkin, son los encargados de intentar hacernos simpatizar con el proyecto. A ratos lo logran, pese a los tópicos, las groserías y los muchos -muchísimos- excesos que la película se permite sin pudor alguno; como si, efectivamente, no hubiera un mañana. Este trío de monstruos en cierta medida es capaz de hacernos comulgar con esta rueda de molino. La realidad es que uno duda de si lo consiguen gracias a su actuación o al reverencial respeto que en cualquier cinéfilo infunden. El caso es que su presencia hace digerible y medianamente disfrutable este artificioso producto definitivamente reñido con la verosimilitud.

Aunque Tipos legales tropieza constantemente con trilladas bromas del cine geriátrico, también es cierto que por momentos el guión se desenvuelve con lucidez en los terrenos de la imperecedera amistad y el humor negro como mecanismo de defensa entre colegas pringados de mierda desde que echaron los dientes. No podemos decir que esto sea suficiente para considerar que la cinta pasa el corte, pero sí que no habría por dónde cogerla sin lo positivo que ello encierra. Tomen esta sentencia como prefieran.