
Valoración de VaDeCine.es: 8
Título original: Finding Nemo Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2003 Duración: 101 min. Dirección: Andrew Stanton, Lee Unkrich Guión: Andrew Stanton, Bob Peterson, David Reynolds Fotografía: Animación Música: Thomas Newman Intérpretes: Animación Página web Trailer
¿Se han fijado en que solemos imaginar la vida alienígena de forma muy similar a la marina? Realmente, resulta difícil fantasear con figuras extraterrestres lejos de la orgánica del carbono. Quizás por ello recurrimos como patrón a las criaturas más extrañas conocidas, no existiendo nada más insólito sobre el globo que la variedad viviente en sus océanos. Una apabullante diversidad de seres acuáticos que constituyen mayoría en el llamado, paradójicamente, planeta Tierra. Una infinidad de misterios que, mientras nos afanamos en conquistar el espacio exterior, permanecen ocultos en los ecosistemas marinos de nuestro propio mundo. Y es que, si muy poco saben los científicos de los fondos oceánicos, menos aún conocemos el resto. Desde luego, no mucho más de lo aprendido en la enseñanza general básica y los documentales de Jacques Cousteau. Es más, para mayor dificultad, el cine como medio difusor de conocimientos tiene escaso recorrido en terreno ajeno al hombre. Obviamente, sin humanos no hay historias y sin éstas no hay película. ¿Una alternativa? la animación infantil. ¿Una joya aunando estos conceptos? Buscando a Nemo.

Divertida, emotiva y tremendamente visual, esta cinta daría un paso de gigante en la evolución digital de los dibujos animados. Su asombrosa recreación del medio acuático, una asignatura pendiente hasta el momento, maravillaría al público de cualquier edad en su estreno. La dificultad para conformar juegos de luces y matices cromáticos en el líquido elemento apartó anteriores producciones de la ansiada credibilidad. Ejemplos como La Sirenita (Muskers y Clements. 1989) sirven para comprender la abrumadora distancia entre un diseño tradicional y el espectacular acabado 3D de Buscando a Nemo. Un portentoso trabajo técnico que, más allá del entretenido argumento pueril, hace a la obra merecedora de su enorme reconocimiento.

Fundamentalmente dirigida a los niños, la cinta narra la trepidante odisea transoceánica de Marlin, un pez payaso en busca de su único hijo, Nemo, capturado por un buzo mientras pretendía demostrar a su sobreprotector padre plena capacidad para cuidar de sí mismo. Así, veremos adaptar a las profundidades marinas ciertos elementos de nuestra civilización, dotando a las criaturas de personalidad en función de las características de su especie. Repleta de logrados momentos cómicos, la obra también deja lugar para bucear en las complejas relaciones entre padres e hijos, sumergiéndose, especialmente, en el ineludible momento en el que estos se alejan de la protección paterna y han de cometer sus propios errores. Del mismo modo, su noble discurso, rebosante de didácticos mensajes, lanza un optimista “querer es poder” que invita a una lucha por la superación de nuestras propias barreras y temores. Definitivamente, una simpática e inteligente aventura de éxito asegurado entre los más pequeños y extraordinario margen de aceptación entre los adultos. Todo un lujo para la vista, nacido de la colaboración entre dos grandes del género, Disney y Pixar, para crear esta maravilla de la técnica reconocida con el Oscar para la Mejor Película de Animación en 2003.
|