
Valoración de VaDeCine.es: 5.5
Título original: Big Hero 6 Nacionalidad: U.S.A. Año: 2014 Duración: 108 min. Dirección: Chris Williams, Don Hall Guión: Don Hall, Jordan Roberts, Robert L. Baird (Cómic: Duncan Rouleau, Steven T. Seagle) Fotografía: Henry Jackman Música: Animación Intérpretes: Animación
Trailer Cada año, cuando diciembre toca a su fin, me acerco, pese a las malas o buenas experiencias de años anteriores, con ilusiones renovadas a comprar el boleto que creo va a ser el afortunado. “Este año sí, verás como sí” me repito desde hace ya demasiado tiempo, pero conforme transcurre el evento, el entusiasmo va menguando y el optimismo previo se apaga hasta que al final uno agradece al menos tener salud y gente que le acompañe al cine.
Disney es la lotería de navidad del cinéfilo, sabes que vas a ir a ver lo que te pongan con la misma desgana con la que compras un décimo únicamente porque lo ha comprado el de al lado. ¿Y si este año toca?, aunque sea una terminación o una pedrea, o el reintegro y me quedo como estoy por lo menos.
Este año ha tocado el reintegro, Big Hero 6 no pasará a la historia, no hay nada o casi nada reseñable lejos de la adorable y rechoncha forma de Baymax, un muñeco de michelín ‘disneyzado’ que llenará el fondo de los menús infantiles del fast food de turno durante un tiempo y pronto caerá en el olvido del agujero negro de detrás de la estantería de los juguetes, siendo pasto del polvo y las pelusas. Pero al menos nos hará pasar un rato entretenido, cosa que ya es de agradecer.

Se nos cuenta la historia de Hiro un niño genio de la robótica en la curiosa y original ciudad de San Fransokyo (muy anime todo), que encontrará en su hermano Tadashi la inspiración y la vocación para sacar provecho de su innato talento. Después, la trama seguirá el ‘sota, caballo y rey’ de las historias de superhéroes desde la vistosidad y espectacularidad de diseño gráfico a la que ya se nos tiene acostumbrados y que no por ello se ha de dejar a un lado. Y es que los programadores hace tiempo que dejaron atrás a los guionistas.
A partir de ahí, la historia se irá haciendo predecible entre gags, mensajes de buenos valores y juegos emocionales sin mucho sentido hasta llegar a un final tan obvio como acertado. No nos ha tocado el gordo, pero se podría decir que recuperamos lo jugado. Ya puedo a empezar a autoengañarme durante otro año diciendo que el próximo no me la cuelan. 
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