
Valoración de VaDeCine.es: 6.5
Título original: Frozen Nacionalidad: U.S.A. Año: 2013 Duración: 108 min. Dirección: Chris Buck, Jennifer Lee Guión: Jennifer Lee (Novela: Hans Christian Andersen) Fotografía: Animación Música: Christophe Beck Intérpretes: Animación Trailer
Las modas van y vienen con relativa celeridad. Disney, tras una época dorada coronada con el triunfo absoluto de El Rey León, entró en declive durante la década de los 90. En el año 2000, El Emperador y sus Locuras fue un estrepitoso fracaso para la compañía. A punto de desaparecer, Disney fue salvada in extremis por Pixar. Ésta sin embargo sufrió un proceso más o menos contrario: desde Toy Story (estrenada durante aquella época decadente en Disney) su aura no paró de crecer a lo largo del nuevo siglo, hasta tal punto que, en mi opinión, llegó a convertirse en burbuja, acumulando elogios inmerecidos con títulos que se desinflaban a ojos vista como Wall E. o Up.
Por más que desde ciertos lobis se trate de
mantener el actual 'status quo', con la compañía de Lasseter por encima
de todas sus competidoras, de unos años a esta parte, probablemente desde Tiana y el Sapo, Disney parece retornar de entre los muertos para mandar a la lona a quien robó el cetro que, desde su fundacional Blancanieves y los Siete Enanitos, siempre le pertenció. Si ya Rompe Ralph! fue significativamente mejor que Brave a pesar de perder la contienda definitiva, la del Oscar; en este año, tan mediocre como ha sido dentro del genero de animación, Frozen puede y merece ejercer de testigo del cambio definitivo en las tornas.

Aun estando un escalón por debajo de Rompe Ralph!, Frozen es un trabajo pensado con delicadeza y facturado con cierta distinción, que alcanza sus humildes objetivos desde una aproximación bien diferente. Si aquella era deliciosa a la vez que profundamente moderna; este largometraje lo es desde el clasicismo más puro. Si no fuera por el pixelado, nadie se extrañaría de que se su fecha de estreno hubiera sido un año antes o después de La Bella y la Bestia.
Probablemente por eso tampoco pasará a la historia. Nada hay de novedoso en esta adaptación de uno de los cuentos más elogiados de Hans Christian Andersen. Simplemente la falta de complejos para abrazar lo que antes funcionaba a las mil maravillas y ahora parece obsoleto. La estructura de la historia, decorada con jóvenes valientes y princesas malditas, es fácil de
seguir pero no simplona. Los personajes son simpáticos, aunque casi todos un poco planos y
demasiado reconocibles en cuanto a que pertenecen a un patrón que
quizás necesite ser revisado. Pero sobre todo, por su valor y por su sorpresa, se agradece la victoria del amor fraternal sobre el romance en su bonita culminación. Un soplo de aire fresco. Mejor dicho, helado.

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muy de acuerdo con lo de Wall-E y Up