Escrito por Agente Cooper
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Martes, 10 de Diciembre de 2013 |
3773
Valoración espectadores: 1.50
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Valoración de VaDeCine.es: 2
Título original: The Family (Malavita) Nacionalidad: U.S.A. Año: 2013 Duración: 111 min. Dirección: Luc Besson Guión: Luc Besson, Michael Caleo (Libro: Tonino Benacquista) Fotografía: Thierry Arbogast Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine Intérpretes: Robert De Niro (Giovanni Manzoni), Michelle Pfeiffer (Maggie), Tommy Lee Jones (Robert), Dianna Agron (Belle), John D'Leo (Warren) Trailer
Tres lustros después de dirigir El Quinto Elemento, el otrora reivindicable y libérrimo Luc Besson (El Gran Azul, Nikita, El Profesional) anda completamente perdido entre medianías para niños e indies de medio pelo. Y no parece claro que vaya a encontrarse pronto si con Malavita pretendía iniciar un regreso a los orígenes. Ya el título -Badfellas- de la novela de Tonino Benacquista que el director francés adapta a la gran pantalla tiene tufillo a refrito y denota la naturaleza vampírizadora de la obra. Y por desgracia, Malavita es lo que parece. Besson –también coguionista- tarda poco en situar al espectador en el escenario atípico del mafioso Giovanni Manzoni (Robert de Niro); junto a su familia obligado a vivir en Francia. Tras enfrentarse a otro capo de la mafia de brooklin, decidió venderle y, ya con precio por su cabeza, escapar al amparo del programa de protección de testigos del FBI.
Liviano, tonto y desestructurado, este largometraje largometraje de intención desmitificadora aborda el choque entre la sociedad “normal” francesa (la que Besson mejor conoce e intenta también vapulear) y los cuatro miembros de una familia acostumbrada al subterfugio. Acuden a la pantalla las típicas situaciones salpicadas de cierto humor negro (el hijo tomando el control del instituto, la madre volando por los aires una tienda de alimentación donde se la menospreciaba por su nacionalidad norteamericana...) que sitúan este trabajo en un lugar, sin gracia ni picante, a medio camino entre la familia Adams y la familia Soprano. Pero llegado el momento, Besson decide realizar también una exploración dramática de sus personajes, una decisión incomprensible que desubica completamente al espectador y da el golpe de gracia a la película.
Desangelado como la carrera actual de sus principales protagonistas (Michelle Pfeiffer y Robert De Niro) y la de su director (Luc Besson), este film es, como mucho, un torpe intento de ser lo que fue Una terapia Peligrosa a finales de los 90 que carece de la menor vigencia. Completamente olvidable.

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