
Valoración de VaDeCine.es: 8.5
Título original: Stoker Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2013 Duración: 98 min. Dirección: Park Chan-Wook Guión: Wentworth Miller Fotografía: Chung-hoon Chung Música: Clint Mansell Intérpretes: Mia Wasikowska (India Stoker), Nicole Kidman (Evelyn Stoker), Matthew Goode (Charles Stoker), Jacki Waver (Gwendolyn Stoker), Phyllis Somerville (Señora McGarrick)
Trailer
Ficha técnica completa en Sensacine Asistimos al debut de Park Chan-Wook en Hollywood. Se lo ha producido Ridley Scott y a la vista de los resultados cabe suponer que se ha inmiscuido poco o nada. Con plena libertad, el director coerano ha optimizado los casi ilimitados recursos de una industria mucho más desarrollada que la de su país natal y ofrece un alarde artístitco de primera magnitud, sin la menor traición a una carrera donde la violencia es la torre de marfil de donde todo parte y a donde todo llega. Stoker es realmente una obra difícil de olvidar, excesiva y magistral en su puesta en escena.
No es casualiad que Park Chan-Wook haya aceptado todo lo que Estados Unidos le ofrecía excepto una cosa: Chung Chung-Hooh; su director de fotografía en Old Boy, aquella película sobre una 'vendetta' extendida a lo largo de varias décadas que le catapultó a la fama en el festival de Cannes de 2004, donde ganó el Gran Premio del Jurado y no obtuvo la Palma de Oro porque tocaba politizarse. Aquel trabajo componía el segmento central de su trilogía sobre la venganza y, en Stoker, el director vuelve sobre este tema tras el resbalón que supuso Thirst. La riqueza en el encuadre es inagotable en manos de una dupla con plena consciencia de su ofrenda al espectador en cada segundo de los 98 minutos que dura el largometraje. Un deleite repleto de ambición formal que habrá quien considere pretencioso por su exacerbado preciosismo. Por ejemplo, la secuencia que desemboca en el primer acto violento de la cinta es extraordinaria al entremezclar tres escenarios en una orgía elíptica que es pura virguería.

La trama presenta una historia mínima en clave familiar. El espectador, transportado por un tempo rotundamente clásico, donde la psicología de cada personaje es substancial y no accesoria, encontrará sentido lírico en el triángulo de lujuria, desequilibrio y envidia que componen tres personajes unidos por la muerte del cabeza de familia; hermano, marido y padre de cada uno de ellos (Matthew Goode, Nicole Kidman y Mia Wasikowska, respectivamente). Lo que depara su encuentro es algo que, en la medida de lo posible, debe desconocerse antes de ver la película y por tanto les ahorro. Sí cabe señalar que las interpretaciones están a la altura del despliegue artístico del director, especialmente la de Mia Wasikowska. La joven actriz continúa forjando una carrera ejemplar y acumula prestigio desde su memorable irrupción en la pequeña pantalla -aquella niña con desorden suicida de En Terapia-. Soporta con desparpajo el peso de tan exigente película y queda patente que la cámara adora a esta actriz de piel nuclear. El complemento de Nicole Kidman -cada vez más implicada en trabajos independientes como la reciente El Chico del Periódico- y Matthew Goode termina de apuntalar la compleja red psicológica que hace asfixiante el ecosistema en el que interaccionan los personajes, sellado para todo aquel que trata de inmiscuirse.
Park Chan Wook ha sido consciente de qué es lo realmente importante de trabajar para Hollywood. Ha extraído lo bueno y no ha realizado una sola concesión. Bien por él; y también por nosotros. El espectador cinéfilo encontrará en su última obra un deleite formal dentro de una historia hilvanada con la precisión que únicamente los artesanos superdotados para filmar pueden alcanzar. Que sea inverosímil o no la evolución del argumento es, en mi opinión, completamente irrelevante en tanto que lo era, por ejemplo, La Sombra de una Duda de Alfred Hitchcock, película a la que el director coreano paga tributo sin el menor rubor y tampoco complejo. Cuando miremos atrás en unos meses, este trabajo estará sin duda entre lo más suculento de la cosecha de 2013. 
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Segunda reseña que leo de la peli y ambas me han dejado con unas ganas de verla tremendas!