
Valoración de VaDeCine.es: 3
Título original: The Croods Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2013 Duración: 90 min. Dirección: Kirk De Micco y Chris Sanders Guión: Kirk De Micco y Chris Sanders Fotografía: Yong Duk Jhun Música: Alan Silvestri Intérpretes: Animación
Trailer
Lo último de Dreamworks sale de la mente de Kirk De Micco y Chris Sanders, este último responsable de Cómo entrenar a tu dragón, quizá junto a Wall-E y a Toy Story 3 el mejor entretenimiento animado de lo que va de siglo. Algo a lo que The Croods no se acerca ni de lejos. 
Una familia de cavernícolas sobrevive gracias al miedo por todo lo nuevo que inculca el cabeza de familia, cuyo lema es "nunca dejes de tener miedo", se verá inmersa en una carrera en contra del planeta y la nueva distribución de sus continentes. El mensaje de afrontar los temores y adoptar el cambio será sencillo de comprender por los infantes, claro y bueno. El diseño, como ya es costumbre, es impecable. Además el "bestiario" creado para la ocasión está colmado de originalidad, de hecho toda la película está dotada de una singularidad extravagante en cuanto a todo lo que se refiere a la creación de escenarios y personajes. El fallo no estriba en la animación, sino que como viene siendo un denominador común en estos proyectos, éste se viene abajo por culpa de un mal guión, simplón, carente de emoción y sobre todo de sorpresas. The Croods se hace predecible desde los primeros diez minutos.

Se nos muestra a unos seres superdotados en cuanto a fuerza, reflejos e incluso inteligencia, tanto que uno al verlos puede preguntarse cómo demonios llegaron a extinguirse. Los personajes, gracias a su fuerza y dureza desmedida, son dianas perfectas para llevarlos por la senda del gag del tropiezo y coscorrón, repitiéndolo hasta la náusea. Estoy seguro de que toda la imaginería y la paranfernalia del festival de luces y colores entretendrá a niños, polillas y algún que otro chimpancé. Pero la carencia de cualquier valor educativo hace que sea un producto tan olvidable como vistoso y desde luego difícil de digerir para un homo sapiens adulto con su cerebro totalmente formado y su capacidad cognitiva funcionando con normalidad.
|