
Valoración de VaDeCine.es: 4,8
Título original: Frankenweenie Nacionalidad: U.S.A. Año: 2012 Duración: 87 min. Dirección: Tim Burton Guión: John August (Historia de Tim Burton y Leonard Ripps) Fotografía: Peter Sorg Música: Danny Elfman Intérpretes: Animación
Trailer
Toma a un 'pesao' elévalo al cubo y tendrás a un 'cansino', si a este último le aplicas la misma potencia el resultado será un 'somarro' (palabra puramente manchega). En eso es en lo que se ha convertido Tim Burton, en el 'somarro' de Tim Burton. Nada original desde Big Fish (2003) son sus números en lo que va de siglo, que recuerdo comenzó con El planeta de los simios (2001). Atrás quedan ya sus originales y tenebrosos decorados, su culto al expresionismo alemán en muchos de sus planos y su asombrosa capacidad de jugar con el 'claroscuro'. Gracias al abuso de esos recursos el otrora genio atormentado empieza a ser cargante, y es que ya lo decía Félix 'el gato': Cuando la gracia está hecha, hay que retirarla. Victor Frankenstein, un niño devoto de la ciencia que realiza películas caseras con su inseparable perro Sparky, verá como el cruel destino arrancará a su fiel amigo de sus brazos. Tras ser incapaz de superar su pérdida intentrará revivir a su querida mascota tras una clase de ciencias en el colegio en la que el profesor Rzykruski, al que pone voz Martin Landau y me hubiera encantado oir en versión original, habla a sus alumnos sobre las propiedades de la electrididad. 
Tim, irónicamente de la mano de Disney, nos alarga la historia contada por él mismo casi treinta años atrás, un mediometraje por el que fue despedido de la misma compañía por considerarse demasiado macabro para los jóvenes, de ahí la ironía. Esta vez en formato animado y esta vez sí utilizando la técnica del stop-motion, no como la pamplina digital de La novia cadáver que pretendía ser lo que no era, Burton nos presenta una película de factura técnica perfecta. Destacando la sublime escena de la reanimación, en la que el joven Victor utiliza todo tipo de objetos y cachivaches que están al alcance de cualquier niño. A la parodia/homenaje a la vieja obra de James Whale presente ya en su primera y más corta experiencia se amplía a todo el cine de monstruos, desde los gremlins hasta el 'kaiju eiga' tienen cabida aquí, no sé si fruto de la cabeza atormentada del director o por mero ejercicio de rellenar minutos para estirar un poco más la obra. 
En fin, técnicamente es seguro que el viejo Timmy no ha perdido su toque, pero lo que sí está quedando muy claro de un tiempo a esta parte es que la privilegiada originalidad de aquel Eduardo Manostijeras, la capacidad de influir en nosotros hasta el punto de convertir en un héroe a un patán como Ed Wood o la magia necesaria para abrazar cálidamente nuestros corazones desde principio a fin en Big Fish hace tiempo que se ha esfumado. No obstante siempre quedarán los 'hipsters Burtonianos', los que le defenderán a muerte, para los que su película favorita seguirá siendo siempre Pesadilla antes de Navidad... ah! pero esa no era de... da igual.
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agua. un rollete. burton huele