Valoración de VaDeCine.es: 6
Título original: Hugo
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2011 Duración: 127 min.
Dirección: Martin Scorsese
Guión: John Logan (Libro: Brian Selznick)
Fotografía: Robert Richardson
Música: Howard Shore
Intérpretes: Ben Kingsley (George Melies), Sacha baron Cohen (Inspector), Assa Butterfield (Hugo), Chlöe Grace Morez (Isabelle),
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Trailer
Los problemas desde la base; este proyecto queda muy lejos de entusiasmar, y menos como cine familiar, si es que eso significa que los niños pueden aprender valores -quizás pillen algo- y/o divertirse -esto sí que lo dudo- mientras los adultos nos evadimos un rato de la realidad. Algo (o mucho) falla aquí: o el gancho emocional de la película no funciona tan bien como pretende, o un servidor tiene menos corazón que el autómata que articula el argumento de ésta. Y es que cuesta entender cómo una cinta que evoca la magia del cine puede encerrar tan poquita en su propuesta.
Seré lo más conciso posible: La invención de Hugo es una película correcta de media tarde y sonrisa, muy bien realizada, pues de recursos espectaculares va sobrada, pero fundamentalmente sosa, lenta, aparatosa y a ratos incluso demasiado pedante y forzadísima en su empeño por el homenaje a los orígenes del cine, discurso muy loable, desde luego, como el lamento por la Gran Guerra, aunque poco conseguido tanto narrativa como sentimentalmente, tardando en arrancar para después insistir hasta la saciedad en los iconos de la Luna de Méliès y la llegada del tren de los Lumière entre personajes sin carisma y escenas que no dejan avanzar la película.

Desde el punto de vista técnico es evidente que se han puesto todos los medios para deslumbrar audiovisualmente al patio de butacas, consiguiéndolo en alguna secuencia de acertado compás y brillante dirección; no obstante, el último trabajo de Martin Scorsese quizás se le atragante a más de uno en este aspecto, ya que es factible no conectar con sus asfixiantes y recargadísimos megadecorados y digitalización, santo y seña de una superproducción que intuyo que no será mucho tiempo recordada porque realmente no aporta nada imaginativo que rememorar, por muy elaborado que sea su aspecto y buenas sus intenciones ilustrativas.

De su argumento, que cuenta las peripecias de un huérfano buscando su lugar en el mundo mientras devuelve/arregla la ilusión a todos a su alrededor, sólo decir que resulta mediocre, es más, trasnochado y sobado por momentos, fundamentando su aventura en casualidades, persecuciones algo aburridas y una manida búsqueda de objetos e información. Nada del otro jueves. Peor aún queda la aportación de ciertos pasajes y personajes supuestamente divertidos que rozan la estupidez (¿tocaba reírse con Sacha Baron Cohen?), con lo cual queda todo dicho acerca de la parte más cómica e infantil, abultando con ello un metraje al que le sobra media hora para esquivar el bostezo.
En definitiva, estamos ante otra cinta pensada para hacer vibrar que, en mi opinión -y a contracorriente del eco de su reconocimiento- falla en sus pretensiones (y con ésta son varias; llega a mi cabeza Super 8) confundiendo nuevamente la nostalgia con el encanto en esto del cine. A estas alturas hay que ofrecer muchísimo más para ser digno de pasar a la historia.
Un rollete, si