Película Abierto Hasta el Amanecer

Los sanguinarios hermanos Gecko huyen de la justicia dejando tras de sí todo un rastro de cadáveres. Intentarán cruzar la frontera para encontrarse en México con su contacto, que los pondrá a salvo. El punto de encuentro es un sórdido bar de carretera llamado La Teta Enroscada. Allí, todo cambiará.

Clooney propone un partido de frontón en la frente de Quentin.

Este proyecto del gamberro “Quentin Rodríguez” puede provocar de todo menos indiferencia. Arranca como una demencial road-movie de fluidos diálogos con propensión a las situaciones de tensa resolución, en la que Clooney y Tarantino se lucen en sus interpretaciones psicóticas de toque fraternal e infantil, obteniendo perfecta réplica en la mesurada aportación del genial Harvey Keitel, cuyo papel de reverendo sin fe compone el cuerdo personaje con el que identificarnos en medio de toda esa vorágine. Es, precisamente, esta empatía la que resulta genuinamente delirante, con un toque siniestramente cómico realmente conseguido.

Tras su singular huida hacia delante, la historia llega a su destino: el club de carretera más desenfrenado jamás imaginado. Allí, después de regalarnos uno de los más sensuales bailes de la historia del cine, magistralmente ejecutado por Salma Hayek, el guión muta vampirícamente en algo inesperado, y se ve poseído por la locura absoluta, transformándose en una sangrienta broma al estilo Braindead (Peter Jackson, 1992) o su posterior Planet Terror (R.Rodríguez, 2007). Llegados a este punto, sólo queda relajar la mente y presenciar la chacinera mascarada que no guarda otra pretensión que divertir al espectador y mostrar mil desternillantes formas de enviar engendros al infierno.¡¡Toma caderazas!! Genial Salma.

Formalmente logrado, con una banda sonora compuesta por una destacable colección de temas de rock sureño o R’n’B, y contando con la aparición estelar del macabro mago de los efectos especiales y el maquillaje Tom Savini, el film cumple su entretenido objetivo aportando una visión paródica al amplio abanico que ofrece el género, esta vez con el descaro del par de gemelos QT & RR, a los que, desde luego, no se les puede achacar falta de pasión en lo que hacen y que, en esta ocasión, nos transmiten ese mismo frenesí y entusiasmo: disfruten de la casquería.