
Valoración de VaDeCine.es: 8
Título original: Hard Candy Nacionalidad: U.S.A Año: 2005 Duración: 103 min. Dirección: David Slade Guión: Brian Nelson Fotografía: Jo Willems Música: Harry Escott, Molly Nyman Intérpretes: Patrick Wilson (Jeff), Ellen Page (Hayley), Sandra Oh (Judy), Odessa Rae (Janelle)
Trailer
Desde su debut en el telefilme Pit Pony (1997, Eric Till) a la temprana edad de 10 años, Ellen Page se ha erigido como una de las actrices más precoces y prometedoras de la actualidad. Su idilio con la cámara no parece tener fin, prueba de ello sería su nominación al Oscar como mejor actriz principal por la notable Juno (2007, Jason Reitman), aunque dos años antes ya había dado muestras de su destacable capacidad interpretativa con la película que hoy nos ocupa. Así, el director David Slade se atrevería a darle todo el peso de su obra a la solvente joven siendo, sin duda, todo un acierto en la cinta, pues la actriz canadiense resultaría más que sobresaliente en su papel de adolescente vengadora. 
Galardonada en el festival de Sitges con el premio del público y los de mejor película y guión, esta particular historia de venganza conforma un absorbente thriller de terror psicológico que consigue dejarte una sensación de angustia, desasosiego y repulsión sin la necesidad de mostrar más de la cuenta. Valores estos debidos, en gran medida, a un maquiavélico e inteligente guión, a una eficaz dirección y, sobre todo, a unas admirables interpretaciones de Ellen Page y Patrick Wilson, la pareja protagonista y prácticamente únicos personajes del film, los cuales logran mantener un continuo duelo interpretativo cuya tensión dramática no llega a flaquear en ninguno de los 103 minutos de metraje.
Resulta impresionante el brutal castigo psicológico infringido al pobre protagonista masculino, en un principio catalogado como villano pero que a lo largo de la cinta se nos sugiere dudar de esta condición evocando sentimientos de lástima y compasión por él, además de hacernos meditar sobre la crueldad del acto de la tortura, injusto para cualquier ser vivo sea cual sea su culpa. Aun así, contiene una de las mejores escenas de tortura que se recuerdan en la historia del cine; inquietante y turbadora, consigue dejarte el estómago encogido (y no sólo eso…), impactante secuencia de la que deberían tomar buena nota sagas tan infames como Saw o Hostel.

Es una pena cómo David Slade, que apuntaba buenas maneras con esta sobrecogedora ópera prima, decepcionaría a más de uno con sus siguientes trabajos; donde únicamente encontramos, hasta ahora, dos obras de ínfima calidad como son 30 días de oscuridad (2007) y Crepúsculo: Eclipse (2010). Así pues, a la espera de otra muestra de talento por su parte, nos quedamos con esta peculiar y moderna visión de Caperucita y el lobo, lectura en claro contraste con el cuento infantil puesto que la frágil niña no es tan inocente como parece y acaba devorando al feroz depredador, símil éste no solamente válido a nivel de personajes sino también en el aspecto interpretativo.
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Grande esta peli. Tengo muy buen recuerdo de ella.Ellen Page está genial en su papel.