
Valoración de VaDeCine.es: 6,5
Título original: Balada Triste de Trompeta Nacionalidad: España Año: 2010 Duración: 107 min. Dirección: Álex de la Iglesia Guión: Álex de la Iglesia Fotografía: Kiko de la Rica Música: Roque Baños Intérpretes: Carlos Areces (Javier), Antonio de la Torre (Sergio), Carolina Bang (Natalia), Santiago Segura (Payaso Tonto), Sancho Gracia (Coronel Salcedo) Página web Trailer
LAS CIRCENSES ARTES DE LAS DOS ESPAÑAS
El mundo del circo es dual por naturaleza, ambiguo en sí mismo. En él se dan cita lo terrible y lo cómico, lo insólito y lo mundano. Tan contradictorio que a unos enamora y a otros aterroriza. Un lugar donde la magia de las lentejuelas y las majestuosas fieras bajo la carpa dejan paso a un madrugador chándal alimentando tres tristes tigres encerrados en minúsculas y polvorientas jaulas. Balada Triste de Trompeta desea capturar ese espíritu de contraste para contar una extraña historia de amor en medio de un país derruido por la guerra civil y reconstruido a latigazos por la dictadura. Pero no equívoquemos el foco, quien actúa en la pista central es un amor inverosímil, de los del más dificil todavía. Compuesto por vértices de triángulo enloquecidos, fiel reflejo de una sociedad incapaz de digerir un amargo bocado. Este romance, si es que así puede nombrarse, no hace sino mostrar la indecisión de una bella entre dos bestias que, a pesar de sus diferencias iniciales, acaban por parecerse demasiado: ambas opciones terminan violentamente deformes. Atrapada entre dos personalidades -o ideologías- antagónicas, la atribulada dama responde al nombre de Natalia; también la podríamos llamar España. 
Rompiendo con los corsés que le axfisiaron en Oxford, Álex de la Iglesia desoye cualquier llamada a la mesura en este largometraje convertido en oda a la coulrofobia. Incontrolable e incontrolado, el cineasta roza la demencia de Acción Mutante y abraza la inconcreción de 800 Balas. Todo por intentar alcanzar el equilibrio imposible de los maravillosos e inigualables disparates facturados en La Comunidad o El Día de la Bestia.
De la Iglesia, a partir de una portentosa ambientación y apoyado en unos inspiradísimos Areces y De la Torre, revisita todas sus constantes, su personalísimo cine que con tanta facilidad graba secuencias en la memoria. Pero su grotesca y subversiva Balada Triste de Trompeta, al igual que el aquí homenajeado circo, también está llena de contradicción y confusión. La sutileza y la maestría salen a la pista con el tosco subrayado y el desorden como compañeros de escena. A menudo descompensada, la inclasificable película resulta brutalmente irregular.
Pero tal vez, al igual que en esas complementarias parejas de payasos en las que uno es el tonto y otro el listo, esta feroz desmesura sea indisoluble al Álex más desatado y libérrimo. Sincera y personalmente, entre el academicismo paralizante y el riesgo suicida, prefiero el redoble de tambores y la respiración contenida. Pues es éste el único camino para que algún día volvamos a ver al mejor De la Iglesia. 
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Cuantos más años cumplo más claro veo eso de "las dos Españas".. y más me acojona estar delante de Intereconomía!!