
Valoración de VaDeCine.es: 8
Título original: Gladiator Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2000 Duración: 150 min. Dirección: Ridley Scott Guión: David Franzoni, John Logan y William Nicholson Fotografía: John Mathieson Música: Hans Zimmer & Lisa Gerrard Intérpretes: Russell Crowe (Máximo), Joaquin Phoenix (Cómodo), Richard Harris (Marco Aurelio), Connie Nielsen (Lucila), Oliver Reed (Próximo), Djimon Hounsou (Juba), Derek Jacobi (Graco) Trailer
Imponente regreso de un género olvidado, Gladiator exprime los códigos del peplum para regalar un espectáculo verdaderamente colosal. De hecho, ante su contundente despliegue, indudablemente capaz de estremecer el patio de butacas, poco o nada nos importan su patente vacío moral, el inverosímil trazado o esos anacronismos que, en efecto, impiden situar esta ficción histórica más allá del puro cine de evasión.
Y es que evidentemente estamos ante una epopeya diseñada para el gran público. "Pan y circo" para la plebe, cierto, incluso hija bastarda de algún que otro clásico del género. Sin embargo, entendida como techo del mejor cine comercial, como una armónica fusión de calidad y entretenimiento, descubrimos una obra honestamente construida para hipnotizar con su mastodóntica y desmesurada épica. No en vano, y resulta una sincera declaración de intenciones, es ésta la historia de "El general que se convirtió en esclavo; el esclavo que se convirtió en gladiador; el gladiador que desafió a un imperio." ¿Qué otra cosa esperan con estos mimbres?, Espartaco ya se hizo y Kubrick sólo hay uno.

Absorbente desde su impresionante batalla inicial, el trabajo de Ridley Scott hace gala de un sentido del ritmo impecable. Apenas sin dar tregua ni respiro, su espoleado guión devora minutos y pasajes con pasmosa agilidad. Trepidante, pese a su abultado metraje, cada una de sus milimetradas secuencias queda perfectamente engarzada en un film en constante escalada. De tal forma, y como inteligente recurso, su maravillosa y omnipresente banda sonora introduce una acción cuando aún no hemos abandonado la anterior, consolidando una maniobra de continuidad sencillamente admirable.

Mención especial merece la fastuosa recreación de la Antigua Roma, así como el soberbio alarde de medios o el talentoso montaje de sus cruentas escenas de combate. Sin embargo, por encima de la perfecta cadencia y su indiscutible potencia audiovisual, Gladiator se confirma como un sólido espectáculo gracias a sus excelentes diálogos. Un vibrante texto, tan poderoso como calculado, que es capaz de describir personajes y situaciones con gran sencillez y brillante retórica. De ello saldría especialmente beneficiado un Joaquin Phoenix muy cómodo en su complejo y turbador papel. Éste, destacando sobre un reparto ya entonado de por sí, resulta de largo el elemento más conseguido e inquietante de una obra definitivamente para el recuerdo.
Coherente en sus excesos hasta las últimas consecuencias, sobre todo en referencia a su discutible pero congruente desenlace, la arrebatadora energía del conjunto acaba por conquistarnos de manera visceral. Si a todo ello sumamos cierto trasfondo político, en ningún caso traducido en una credibilidad histórica jamás pretendida, ¿hay quién dé más sin aburrir al público, espantar a los críticos ni estrellarse en taquilla? Sinceramente lo dudo.
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David Franzoni, John Logan, William Nicholson |
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hombre, claro que es una película superdisfrutable. No hay que darle tanta cera por que tenga varios oscars. Merece un reconocimiento. Es casi un clásico ya.