
Valoración de VaDeCine.es: 6.5
Título original: Le hérisson Nacionalidad: Francia Año: 2009 Duración: 100 min. Dirección: Mona Achache Guión: Mona Achache (Novela: Muriel Barbery) Fotografía: Patrick Blossier Música: Gabriel Yared Intérpretes: Josiane Balasko (Renée Michel), Garance Le Guillermic (Paloma), Togo Igawa (Kakuro Ozu), Anne Brochet (Solange), Wladimir Yordanoff (Paul), Ariane Ascaride (Manuela López) Trailer
Adaptar un best-seller ciertamente filosófico es un arma de doble filo. Por un lado, es evidente la publicidad y notoriedad que tendrá la cinta entre el público general y sus lectores en particular. Por otro, satisfacer a todos tendrá una dificultad añadida. Siempre corres el riesgo de filmar un auténtico ladrillo o, por el contrario, de ser acusado de vulgarizar tan reposado texto. En este caso, y ante el peligro de batacazo, Mona Achache, debutante directora, decide tirar por la calle de en medio con bastante lucidez. Procura trabajar con autonomía, amoldando libremente -como así avisan los créditos- el meditado discurso de la novela al ágil ritmo que requiere el cine. De este modo, Achache logra crear una obra medianamente interesante y de indiscutible corrección técnica, perdiendo en el camino, no obstante, buena parte de la esencia que hizo famoso al libro en pos del buen funcionamiento como película. Sin embargo, y pese a encontrar el equilibrio formal, el fondo de la cinta no deja de resultar cuestionable. Se palpa cierta pedantería envolviendo sus rebuscados personajes. Y no se trata de un desacierto en sí, ya que ninguno de ellos es completamente irreal o actúa de manera incoherente. Es, simplemente, esa sensación de que la cinta no encajará con los gustos de cualquier espectador. Esa certeza de saber que muchos de ellos se desengancharán del mensaje desde el primer instante, no llegando a descubrir la obra ante la pomposidad, muy a la francesa, usada en sus líneas argumentales.

La película intenta presentar dudas razonables sobre el sentido de la vida a través de la desencantada mirada de una niña superdotada, Paloma, brillante y cargante a partes iguales, quien medita su suicidio ante el descorazonador y vacío futuro que prevé. Una evidente metáfora del difícil tránsito hacia la adolescencia y vida adulta. No obstante, cuando ésta conoce a la enigmática portera de su edificio, la señora Michel, y a su nuevo vecino japonés, el encantador Kakuro Ozu, sus sólidos pero aún pueriles esquemas se tambalean. Así, El Erizo, además de plantear esta temática adolescente, acaba por hablar profundamente de la riqueza de la interrelación entre individuos aparentemente distintos. De la soledad y de las segundas oportunidades para la felicidad y el amor a través de una historia, ciertamente insólita, tan deliciosa como algo forzada.

Pero sobre todo, si algo destaca en su discurso es la exposición sobre la dificultad de ciertas personas para integrarse. Gente que, pese a gozar de una gran riqueza interior, no consigue congeniar en un mundo real que este film se empeña en demonizar, quizá en exceso. Auténticos erizos, elegantes e interesantes, que guardan distancia de los demás tras sus afilados pinchos emocionales. En definitiva, correcto cine europeo, entretenido y tierno, con notable tendencia a la cursilería, pero atractivo tanto en sus modos como en su ritmo narrativo. Un disfrutable producto que, aunque no conectará con todos los públicos, goza de buena salud, unas interpretaciones de altura y una refinada dirección novel más que prometedora.
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Entiendo perfecto tus cuestionamientos, algo de eso hable yo también, sobre todo referido al discurso, pero luego todo cerró para mi.
Interesante película, y bien hecha. A mi me gustó muchooo. ;)