
Valoración de VaDeCine.es: 6
Título original: Cloudy with a Chance of Meatballs Nacionalidad: U.S.A. Año: 2009 Duración: 90 min. Dirección: Phil Lord, Chris Miller Guión: Phil Lord, Chris Miller (libro: Ron Barret, Judy Barret) Música: Mark Mothersbaugh Intérpretes: Voces: Bill Hader (Flint Lockwood); Anna Faris (Sam Sparks); James Caan (James Lockwood); Andy Samberg (Brent); Bruce Campbell (Alcalde Shelbourne); Mr T. (Earl) Página Web y Trailer
Cloudy with a Chance of Meatballs es un pequeño clásico infantil americano publicado a finales de los años 70 por Judy y Ron Barret, un libro de corte surrealista sobre alimentos que caen del cielo rematado con un buen puñado de deliciosas ilustraciones realizadas por el mismo Ron Barret. Era cuestión de tiempo que las jugosas posibilidades de la historia atrajeran a la industria de la animación. Phil Lord y Chris Miller, escritores de la órbita "How I Met your Mother," se han encargado de la resurrección de aquel espíritu disparatado y, 30 años después, han compuesto una oda al ‘Geek’ -esa especie tan americana- anoréxica en profundidad pero con indudable encanto visual. Con agradables toques absurdos al estilo de los infravalorados estertores de la animación clásica de Disney -les hablo de El Emperador y sus Locuras, por ejemplo- la película se deja ver durante sus correcta hora y media de duración. Son pocos los bostezos, sobre todo mientras su extravagante premisa, rica en calorías, mantiene la atracción de un espectador que observa con curiosidad lo que ocurre en esa gris ciudad apegada a la sardina donde vive nuestro joven inventor (o eso intenta) protagonista.

Pero junto al curioso atracón de comida, llega otro un poco más indigesto pues en la película se van agolpando todo tipo de guiños comerciales en un desesperado intento por evitar la zozobra de una historia poco original y con escaso recorrido. Llegan así las secuencias espectaculares, el humor en piloto automático, la cuidada dosis de diversidad cultural, una moraleja al punto de cocción y un romance juvenil entre inadaptados de lo más plano. Y el guiso, claro, queda insípido, sin personalidad, como para dejar contento al mayor número de gente posible, pero completamente falto de ambición e incapaz de maravillar a unos pocos si ello supone disgustar a otros tantos. Yo creo que a una película de animación, a cualquier película realmente, se le debería pedir un mínimo de consistencia, profundidad en sus personajes y desarrollo argumental. Que sea, en definitiva, algo con más enjundia que, digamos, un simple capítulo de serie de televisión. Cloudy with a Chance of Meatballs pasa la prueba, pero no con demasiada holgura. Y el caso es que con todo, está entre las mejores películas de animación del año.
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A mí el emperador y sus locuras me encanta, me parto la caja viéndola