
Valoración de VaDeCine.es: 4
Título original: Ice Age: Dawn of the Dinosaurs Nacionalidad: Estados Unidos, Reino Unido Año: 2009 Duración: 94 min. Dirección: Carlos Saldanha, Mike Thurmeier Guión: Jeff Siergey Fotografía: Animación Música: John Powell Intérpretes: Animación Página web y Trailer
La tentación de la condescendencia acecha a la hora de valorar la tercera entrega de la saga Ice Age. De un lado del balancín se encuentran las ganas por dejarse llevar y admitir que la cinta cuenta con algunos gags divertidos. Del otro, el rotundo peso de la reiteración lastra nuestro juicio hasta desquebrajar el equilibrio. Y es que, finalmente, con la razón en la mano, es innegable que la cinta no es sino eso: una vulgar y repetitiva secuela.
Scrat, amigo, ya te lo dijo Calamaro: 'No se puede vivir del amor'
Cortada por exacto patrón que sus predecesoras, el mínimo exigible para todo un equipo creativo es, al menos, ser capaz de parir un puñado de buenos chistes con unos personajes dados de antemano, mal que sea a base de la auto-imitación y la enésima vuelta de tuerca a la idiosincrasia de cada uno de ellos. Un paupérrimo recurso que aquí sólo alcanza para buscarle una novieta a Scrat, aquel archiconocido animalillo en busca de una escurridiza bellota que, una vez más, destacará como protagonista de pequeños cortometrajes cartoon slapsticks dentro del irregular transcurrir de la película.
Con un guión que, fuera de cualquier discusión, se hila en torno a una mera excusa de ínfimo recorrido -en este caso la reaparición de los dinosaurios (leyeron bien)-, Ice Age 3 busca resaltar la importancia del valor de la amistad, la cooperación y la familia. Manidas moralejas que, más bien, parecen estratégicamente situadas para evitar la sombra del completo vacío argumental; sombra que torna en impenetrable oscuridad durante gran parte del metraje.
Besos entre mamuts: como un par de adolescentes con aparato dental.
El infortunado diseño de personajes de la saga dirigida por Carlos Saldanha se hace especialmente patente en los infames dinosaurios, quedando pues como único aliciente revivir en tres dimensiones las acostumbradas situaciones límite de la, por el momento, trilogía.
Así, poco o nada queda por aportar a este proyecto, franquicia estrella de la división animada de la 20th Century Fox y que, al igual que hacen sus productores, bien podríamos etiquetar, desde las antípodas del concepto artístico, como un producto del tipo “vaca lechera”, aquel que, según la teoría del marketing, conviene exprimir al máximo justo cuando su ciclo de vida comercial se encuentra estabilizado con escaso riesgo, enorme cuota de mercado y alta rentabilidad. Justificable estrategia de supervivencia, ya que, hablando en plata, esto es una industria y hay que sanear cuentas. Eso sí, como contrapartida, los directivos de la Fox deberán asumir la falta de benevolencia y buenas palabras por parte de aquel sector de la crítica que no tienen en nómina. Algo que, sospecho, no les quita el sueño. Al fin y al cabo, el negocio ya está servido.
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Pero si es una peli para niños!! ¿Qué esperáis?