
Valoración de VaDeCine.es: 3.5
Título original: Dogma Nacionalidad: EE.UU. Año: 1999 Duración: 130 min. Dirección: Kevin Smith Guión: Kevin Smith Fotografía: Robert D. Yeoman Música: Howard Shore Intérpretes: Linda Fiorentino (Bethany), Ben Affleck (Barleby), Matt Damon (Loki), Jason Mewes (Jay), Kevin Smith (Bob), Chris Rock (Rufus), Alan Rickman (Metatron), Jason Lee (Azrael), Salma Hayek (Serendipity), Alanis Morisette
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Bien se encarga el atrevido de Smith en dejarlo claro desde un principio: esto es sólo una comedia y no pretende ofender a nadie, tómensela de esa manera (ustedes también, señores críticos). ¿Una manera hábil de cubrirse las espaldas, o una provocación como otra de las muchas que se gustará en ofrecernos a continuación? Sabiendo de las habituales excentricidades del director, no resulta difícil adivinar la respuesta. En Dogma nos habla precisamente del mayor de ellos: el de la fé cristiana. Sagrado tema para medio mundo que él no duda en poner patas arriba a través de su particular estilo, caracterizado por la sátira adornada en la irreverencia. Para ello, nos sorprende con una desmadrada historia de ángeles malavenidos que pretenden contradecir al ser superior, que los ha expulsado del cielo, y con ello romper el dogma que sustenta la religión católica, terminando así con toda existencia humana, por aquél creada. En el lado contrario, una creyente casi por obligación, la última descendiente, que deberá encargarse de impedir la culminación de esas vengativas intenciones de Loki y Bartleby, siempre rodeada de personajes a cada cual más estrafalario: un joven pajillero obsesionado con follársela; su fiel y obediente acompañante mudo por iniciativa propia (interpretado por el propio director); un negro caído literalmente del cielo; y algún enviado de Dios más que viene a redondear certeramente tan alocado plantel.

Lo que mejor sabe hacer el joven realizador aquí es plantar cara de manera desenfadada a cuestiones trascendentales (quizás la más válida opción de llevarlo a cabo), y hacerlo desde la óptica del humor más directo y puntilloso, poniendo el dedo en la llaga de la creencia incuestionable y de paso murmurando sobre determinados males sociales extendidos (machismo, racismo, homofobia). Resultan destacables, en este marco, los profusos diálogos que casi todos los personajes principales dan cabida a lo largo del film, de alguna manera inteligentes y siempre envenenados, coherentes en última instancia con el extraño carácter de los seres que los expresan. Sin embargo, todo el ideario que Smith expresa en su Dogma redunda en el exceso de irreverencia y carece de un verdadero sentido crítico que pueda considerarse en seria cuenta. Parece preocuparse más por el detalle gracioso/morboso (que, dicho sea de paso, nunca llega a sonsacarnos la carcajada, como mucho la leve sonrisa cómplice), que por la estabilidad de una trama que se desmadra por momentos, perdida en excesos soeces y en explosiones de violencia carentes de cualquier clase de fuerza.

Tampoco ayuda, en fin, un reparto muy poco acertado en su diverso aunque siempre extravagante cometido, con unos actores a los que parece que se les da carta libre y se pierden en sus papeles, y una realización básica en general y a la que se le suben los colores cuando se habla de efectos especiales.
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Me gustan todas las películas de este hombre,pero esta es sin duda la que más.Siempre me hace gracia ver como la crítica se ceba con ella,no os los toméis tan en serio ,coñe!!
Yo pienso ver la última de lars y la han puesto de vuelta y media.:whistle:(y luego me pasaré a ver que decís) :P