
Valoración de VaDeCine.es: 6.5
Título original: La Casa De Mi Padre Nacionalidad: España Año: 2008 Duración: 100 min. Dirección: Gorka Merchán Guión: Iñaki Mendiguren Fotografía: Aitor Mantxola Música: Fernando Velázquez Intérpretes: Carmelo Gómez (Txomin), Juan José Ballesta (Gaizka), Verónica Echegui (Sara), Emma Suárez (Blanca), Álex Angulo (Germán) Página web Trailer
El asunto nacionalista en Euskadi es un tema bastante feo y complejo. Tanto, que ni siquiera apetece escribir sobre él. Caminamos firmes hacia la Unión Europea y, sin embargo, este tipo de alzamientos violentos siguen vigentes. ¿Cómo se explica esta enquistada lucha? Supongo, y desde una relativa distancia, que observando la naturaleza humana. Ese instinto que nos convierte en seres rencorosos y complica la extinción de una espiral de odio generada hace años, muy probablemente con plena razón. Y es que pocas son las guerras iniciadas sin mediar abusos. Por supuesto, atropellos perpetrados por parte del demonio de siempre: el avaricioso Capital. Ése al que las balas no dañan, sino que las vende. Ése que se ríe de cada pobre concejal asesinado que sólo buscaba comer de ello. El verdadero Satanás que oprime vascos, madrileños, franceses, catalanes o andaluces por igual. ¿Cómo acabamos con él?, ¿a tiros entre nosotros? Desde su trono se descojona. Así pues, uno llega a la misma conclusión que muchos vascos hastiados de batallas. Sólo queremos vivir en paz. Trabajar dignamente y ganar lo suficiente para mantener un hogar y permitirnos, de vez en cuando, un caprichito. ¿Por qué eso no es posible para todos? Porque Lucifer quiere mil veces mil de lo que a cada uno de nosotros nos toca. No obstante, ningún éxito nacionalista conseguirá derrotarlo. Hemos de seguir buscando la fórmula, y apuntar bien al enemigo. Ahora bien, teniendo en cuenta nuestro historial humano, parece tarea harto complicada.

La Casa De Mi Padre es otra película más sobre este conflicto. Desde luego, van muchas ya, y todas repletas de tópicos, no siendo ésta una excepción. Pero hay que reconocerle algo: tras verla queda uno muy pensativo. Observando el panorama pintado por Gorka Merchán, es inevitable compadecerse de la difícil situación que vive el País Vasco, sobre todo, reflexionando acerca de personas como tú. Gente sencilla, igualmente agotada de las miserias del mundo que, además, han de vivir con el miedo por bandera. Una angustiosa atmósfera trabajada por este debutante director que trasmite lo que pretende: tensión y desconsuelo. Cierto es que su visión puede parecer excesiva, concentrando en una misma trama y familia demasiados hechos propios del espinoso asunto. Sin embargo, tratándose de lo que se trata, es complicado no caer en este recurso al trasladar la magnitud de la coyuntura a los "ajenos" a ella. De correcta formalidad cinematográfica, la cinta muestra orgullosa sus dignas intenciones, resultando palpable el esmero puesto en su cuidada fotografía y solvente, aunque irregular, texto. En su pesimista discurso, a Merchán le cuesta escapar de convencionalismos y hace patente su condición de director novel; no obstante, en cierto modo triunfa al engancharnos a su propuesta: un mapa del dolor y el odio en Euskadi que separa, incluso, a miembros de una misma familia por desgracia. De esta manera, y es innegable, su obra interesa y alcanza la fibra sensible de un espectador que intenta comprender la problemática a través de los distintos personajes. Y son estos, aunque algo toscos y estereotipados, los que seducen y ofrecen diversas perspectivas de la tomentosa circunstancia. Una familia rota por la congoja, honestamente interpretada por un buen reparto que apuntala el más que presentable acabado de esta película.
|
pelicula perfecta