Valoración de VaDeCine.es: 9,5
Título original: The Shining Nacionalidad: Reino Unido - Estados Unidos Año: 1980 Duración: 146 min. Dirección: Stanley Kubrick Guión: Stanley Kubrick & Diane Johnson (Novela: Stephen King) Fotografía: John Alcott Música: Wendy Carlos Intérpretes: Jack Nicholson (Jack Torrance), Shelley Duvall (Wendy), Danny Lloyd (Danny), Scatman Crothers (Dick Hallorann) Trailer
Existen determinados títulos de terror sobre los que, con independencia de tener un nítido recuerdo, no albergamos duda alguna acerca de su pavoroso efecto en nuestras mentes. Terroríficas imágenes clavadas en la memoria colectiva que no precisan de enlace a ninguna reminiscencia argumental para intranquilizar las neuronas. Las siniestras gemelas del pasillo, el hacha de Jack Nicholson contra la puerta, o aquella persecución en el laberinto nevado, son claros ejemplos de estos brillantes momentos cinematográficos inolvidables de El Resplandor.

Adaptando muy libremente la homónima novela de Stephen King, comentaba el genial Stanley Kubrick que su fantasmal obra trataba una historia muy optimista. Le divertía bromear sobre el hecho de garantizar un más allá tras la muerte con la presencia de espeluznantes espíritus. Pensando con gracia, no le faltaba cierta razón al cineasta neoyorquino. No obstante, con ésta, su única incursión en el terror, Kubrick consigue sobresaltar de veras. Y es que si de meter miedo al personal se trataba, a fe que el artista lo logró con esta macabra reproducción fílmica de tan irónica lectura, conquistando un nuevo género que reafirmaba su versátil maestría. La cinta nos lleva a un aislado hotel cerrado durante el invierno. La familia Torrance llega a éste para ejercer labores de mantenimiento. El cabeza de familia y escritor, Jack, cree que en la soledad del parador hallará la tranquilidad e inspiración necesaria para recuperar la creatividad perdida. Su complaciente esposa, Wendy, acepta la idea de buen grado. Sin embargo, el pequeño Danny, dotado de una extraña capacidad extrasensorial, pronto percibirá la terrible huella espectral presente en el Hotel Overlook, escenario de atroces crímenes en el pasado. El resto es historia del cine: el progresivo efecto demencial del aislamiento y la frustración sobre Jack Torrance, inducido por los eternos huéspedes del lugar a asesinar a su familia, así como su angustiosa atmósfera fantasmal, conseguida a través de laberintos e interminables pasillos, y un inusual manejo de la luz en el género resultan un prodigio cinematográfico.

Una turbadora pesadilla que huye de la típica oscuridad y espacios reducidos, para atemorizar a través de las enormes y diáfanas estancias del gigantesco hotel. La pulcritud de escenarios y el aséptico aspecto contrastan con la tónica general del cine de terror hasta asentarse como uno de sus mayores clásicos. Nuevamente, para el realizador la música y el espectro cromático resultarían fundamentales en el desarrollo de la obra, culminando su acabado con una estupenda calidad audiovisual de inquietante y punzante influjo. Un talentoso trabajo potenciado con la personalidad que otorga su acertado uso del gran angular y la introducción del steady-cam, novedoso sistema capaz de estabilizar la cámara sobre el cuerpo del operador en movimiento, fundamental en la captación de míticas secuencias de la película, como la del triciclo. Definitivamente, una obra maestra que apuntala su magnificencia con unas interpretaciones de altura, gracias a un Jack Nicholson rozando la perfección y a una desencajada Shelley Duvall, angustiada, según su propio testimonio, más por el exigente director de lo que lo está su personaje ante tan demente marido. Una compulsiva búsqueda de la toma perfecta fructificada en un conseguido estado de terrorífica alteración nerviosa que define y redondea este imprescindible mito del horror.
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Y el gran doblaje?
Aquí Agente Cooper tiene la muestra más palpable de doblaje que se carga una gran peli...