Valoración de VaDeCine.es: 9,4
Título original: Manhattan Nacionalidad: Estados Unidos Año: 1979 Duración: 96 min. Dirección: Woody Allen Guión: Woody Allen, Marshall Brickman Fotografía: Gordon Willis Música: George Gershwin Intérpretes: Woody Allen (Isaac), Diane Keaton (Mary), Michael Murphy (Yale), Mariel Hemingway (Tracy), Meryl Streep (Jill), Anne Byrne (Emily) Trailer
Manhattan, Nueva York. ¿Qué significa para Woody Allen? ...absolutamente todo, es su hogar, su debilidad, su sitio. Jamás un idilio le duró tanto al realizador estadounidense. La ciudad acoge sus obsesiones, ríe sus bromas, calma sus miedos y sirve de inmejorable escenario para sus romances. A cambio, él la obsequia, de vez en cuando, a modo de regalos de aniversario, con alguna obra maestra como la que nos ocupa. Para esta velada, Manhattan se engalana en blanco y negro: sobria, elegante, bellísima. Es el amor verdadero. Nadie posee la habilidad de Allen; cuando está inspirado es increíblemente capaz de construir una maravilla de una trama a priori sencilla. La sinopsis de sus películas suele ser, como en este caso, un ejercicio banal; ya saben, enredo amoroso, desenredo y vuelta al enredo. No obstante, es único en sus guiones. Geniales, locuaces, chispeantes, profundos, divertidos, intelectuales, maravillosos, únicos... no existen suficientes adjetivos calificativos positivos para definir sus diálogos. Sin duda, en Manhattan nos brinda alguno de los más destacables en su filmografía.
El cuarteto protagonista discuten sobre Bergman, Kirkegaard, etc... Lo normal en las salidas en parejas.
Las relaciones personales como temática, con el humanismo existencial como telón de fondo, son una de las constantes de Allen pero, a pesar de ello, en este film nos vuelve a resultar gratamente novedoso, original incluso, o quizás es que, simplemente, nunca nos fatiga visitar su universo. En esta oportunidad, nos sugiere una visión sarcástica y romántica de la búsqueda del amor en una clase intelectual cargada de inmadurez que, paradójicamente, considera "una chiquilla" al único personaje que se comporta de un modo adulto. En el apartado técnico, Manhattan es una de las más logradas y cuidadas obras del director, con una inolvidable fotografía en blanco y negro que muestra las más bellas postales de la ciudad. El uso de la cámara fija y el fuera de campo como principio estilístico dota a los personajes de profundidad, al realzar sus conversaciones por encima de sus acciones (muy al teatral estilo de su admirado Bergman), permitiendo al espectador experimentar el vouyerismo en los neoyorquinos apartamentos de los personajes principales.
Allen al aparato: "Nunca tuve problemas para conocer mujers". Crack!
En la historia todo funciona, todo encaja, pero no de un modo aleccionador o cargante, simplemente transcurre la vida, sin artificios. Las constantes referencias culturales que salpican el guión dotan de naturalidad a los protagonistas, en un sutil ejercicio que muy pocos escritores logran. La dirección de actores también sigue esta suave línea con excelentes interpretaciones que tienen su punto álgido, como no, en la ocurrente pareja Keaton-Allen. Referencia obligada en la dilatada carrera del neoyorquino, Manhattan se erige como una pieza imprescindible del cine de su generación, evidencia de la capacidad de un genio cinematográfico como pocos. Sin duda, una obra maestra ante la que no queda más que deshacerse en elogios.
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Gran crítica, si señor, has conseguido que me apetezca verla una vez más.