Valoración de VaDeCine.es: 10
Título original: Unforgiven Nacionalidad: Estados Unidos Año: 1992 Duración: 127 min. Dirección: Clint Eastwood Guión: David Webb Peoples Fotografía: Jack N. Green Música: Lennie Niehaus Intérpretes: Clint Eastwood (William Munny), Gene Hackman (Little Bill), Richard Harris (Bob "El Inglés"), Morgan Freeman (Ned), Jaimz Woolvett (Kid), Saul Rubinek (W.W. Beauchamp), Frances Fisher (Alice), Anna Levine (Delilah), Anthony James (Skinny)
Trailer
William Munny quisiera creer que ha cambiado. Olvidar su condición de asesino. Dejar de ser uno de esos hombres capaces de matar a sangre fría. Enterrar, al fin, a ese gélido ejecutor de todo cuanto tiene vida y se mueve. Pero, sobre todo, este viejo pistolero desea honrar a su dulce esposa fallecida. Aquélla que, reformando su existencia, le amó pese a su carácter vicioso e intemperado. Sin embargo, ante el apuro económico, la muerte a sueldo vuelve a cruzarse en su camino. El oxidado Munny lucha por convencerse de que sólo se trataría de una excepción. Sólo un bache en su pío sendero de redención. Él ya no es el de antes, se repite, pero una jugosa recompensa por dos estúpidos vaqueros es demasiado tentadora. Acompañado por dos socios, se trata de un trabajo muy fácil que salvaría la granja para sus dos pequeños. Sólo un recuerdo culpable más entre tantas pesadillas. Además, estos sinvergüenzas maltrataron a una prostituta. Se lo tienen merecido. El rifle está a punto. Sólo resta apretar el gatillo.

Pero disparar a un hombre no es fácil. Matar, arrebatar a un ser humano todo cuanto tiene, no puede hacerse sin instinto. Ésa es la ventaja innata de un asesino: la sangre fría. Firmeza en ojos, manos y arma cuando el resto de personas tiembla. Así, este crepuscular y absorbente western presenta una historia de viejos pistoleros, casi extintos, engañándose a sí mismos como granjeros, carpinteros o agentes de una ley más que discutible. No obstante, decidido a eliminar todo romanticismo en la muerte, así como mostrar su espeluznante monstruosidad y crudeza, Eastwood parece querer desmitificar el glamour del momento histórico. Descomponer el halo de heroísmo y fábula construido durante años por novelistas baratos y mitos cinematográficos como el suyo propio. En definitiva, desmontar el lirismo y mostrar la cara más frágil y desagradable de aquellos granujas agonizando en un país en plena evolución.

Sin embargo, pese a configurar una revisión oscura y melancólica del western, Eastwood en gran parte sólo juega al despiste con el discurso. Como perro viejo del Cine jamás olvida lo que el público espera de él. Así, ni por un momento piensa dejar huérfano al espectador y, aún menos, aniquilar a su personaje de juventud. Ese buscavidas ciertamente fascinante, ahora más que nunca convertido en verosímil antihéroe. Y es que aunque William Munny desea creer que ha cambiado, quizás realmente sólo ha envejecido. De esta manera, llegado el soberbio desenlace la ira nos devuelve al hombre y la revancha que todos estábamos aguardando. Regresa el paradigma del vengador, sentencioso y tranquilo, como siempre, pero significativamente ebrio y envuelto en un sucio tiroteo. Una exhibición presenciada por uno de esos mediocres escritores que, tras desencantarse con el idealizado Bob “El Inglés”, podrá recuperar la inspiración lírica para su fabulado Oeste. En definitiva, para ofrecer lo demandado: otro canalla transfigurado en paladín ante una realidad aburrida.
Contando con un reparto e interpretaciones de lujo, bella en localizaciones, fotografiada con gusto y más que vigorosa en su pulso narrativo, estamos ante una milimetrada obra maestra de la que extraer nuevas reflexiones y virtudes con cada visionado. Un fascinante y completo repaso del western. Una joya capaz de retratar época y sociedad en un instante, a la vez que desarrolla trances, contrastes y personajes sugestivos con una genialidad pasmosa. Todo un clásico imprescindible, francamente redondo, mimado y artesanal, que bien podría cerrar con broche de oro el género más visitado de la Historia del Cine.
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Pura filosofía